martes, 6 de marzo de 2012

Soledad

Esto de estar solo no tiene otra cosa que no sean ventajas.

Definitivamente estoy convencido de que el tener la libertad para hacer lo que te place en el momento que te place, no se le puede poner ni un solo pero.

Se acabó el tener que dar explicaciones, entablar largas negociaciones para hacer cualquier cosa.

De un tiempo a esta parte soy más feliz yendo a mi bola y no teniendo que preocuparme de terceros. ¿Me apetece irme de finde? Pues me voy. Disfruto de mis paseos por el camino que me apetece, voy a ver las películas que quiero y si se me antoja tomar una cerveza en el bar más grasiento de la calle, pues lo hago.
Esto me ha llevado a una actividad frenética en la que no paro de hacer cosas. Menos el rato que empleo para dormir (que no es corto), el resto de las horas es un no parar, es una actividad continua, es una felicidad absoluta.

Ahora bien, empiezo a tener un problema. Tanta felicidad me está empachando, ya me carga tanta actividad y tanta acumulación de experiencias y conocimiento. Necesito alguien con quien compartir todo esto para ver si me desahogo o alivio de esta sensación.

Que mierda es esto de estar solo.

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