viernes, 21 de junio de 2013

Geburtstag

Menos mal que estos días no está pegando el calor como suele ser costumbre. Lo estoy agradeciendo bastante dado que así por las noches, estoy durmiendo la mar de bien.
 
Tengo el problema de que cuando sudo, no paro de dar vueltas en la cama, taparme/destaparme, levantar la cabeza para secar mi colleja e intentar ahuecar un poco la almohada con la esperanza de que se seque un poco... Esto se traduce en que cuando me despierto no estoy todo lo descansado que debiera y por tanto, en que no pueda rendir a lo largo del día como dios manda.
 
Pero bueno, como digo, afortunadamente las temperaturas en estos días son de lo más agradables con lo que pudeo mitigar en cierto modo uno de mis problemas actuales. Tengo una preocupación que me ronda la cabeza sin parar y es que se acerca fecha de cumpleaños.
 
La gente se agobia porque caen más años, porque el tiempo pasa rápido y a mi la verdad es que esa es una cosa que me resbala ampliamente. Lo del cumpleaños para mi es un problema llegado el momento en que soy consciente de que la fecha se acerca, es entonces cuando me entra hasta casi diríamos la angustia... la verdad es que este problema se acrecienta con el paso de los años, dado que cada vez tengo más y el tiempo pasa tan rápido que cuando te quieres dar cuenta, ¡ZAS!, aquí está el siguiente.
 
Sin casi haber tenido tiempo de asimilar el anterior y salir airoso del mismo, ya te ves en otro y otra vez a tener que superarlo.
 
En fin... se acerca el día y mi angustia aumenta.... tengo que comprar algo y no sé qué. Tengo que preparar algo y no sé qué ni cómo.
 
Tengo ganas de que llege el día. De superarlo para así respirar y rezar para estar lo suficientemente distraido como para no percatarme de que quedan 364 días para el siguiente. Y encima, siendo más mayor y pasando cada vez más rápido el tiempo.

viernes, 7 de junio de 2013

Insomnio



De vez en cuando me vuelven a visitar miedos o temores que tenía en mi época de infante. Son como las visitas de los familiares lejanos con los que no tienes nada en común y menos contacto acaso. No tienes ganas de soportarlos otra vez, pero no te queda otra que aguantar el tiempo que haga falta y esperar que a su partida, vuelvan lo más tarde posible.

Todo esto viene a colación porque hace unos días me vio a visitar el miedo de los “angelitos”. ¿De donde viene esta denominación? Pues bien… de pequeño, de muy pequeño, mi madre antes de irme a la cama me cantaba aquello de “cuatro esquinitas tiene mi cama/cuatro angelitos que me la guardan…” Yo por aquellas épocas tenía menos conocimiento aun si cabe que en la actualidad y me perturbaba mucho la idea de estar durmiendo y tener a cuatro personajes ahí plantados vigilando mis sueños. ¿Quiénes eran esos personajes? ¿Por qué habían de estar ahí plantados vigilándome? ¿Tendrían oscuras intenciones de las cuales estando yo dormido no me enteraba?

El caso es que este montón de cuestiones no resueltas, hicieron que tuviera pavor a dormir y me provocaran un insomnio de caballo durante un tiempo. Así, hasta que tuve a bien olvidar a dichos angelitos.

El paso del tiempo, saber que no dejaba de ser una canción amable, que mi madre con toda la buena intención del mundo me cantaba para que me durmiera como un bendito y por qué no decirlo, el crecer y tener un poco más de conocimiento, no hizo que el miedo a tener a gente plantada junto a mi cama mientras dormía desapareciera.

Pues bien, volvamos al comienzo del texto… sí, este es uno de los miedos que ha tenido a bien visitarme y tiene toda la pinta de que ha venido para quedarse (mucho tiempo lleva ya como para ser una visita pasajera).

La falta de horas de sueño está provocando que vaya por la calle arrastrándome como alma en pena, no tengo ni ganas de entrar en los bares a tomar mi buena cervecita con tapa, a lo sumo un café.
Una solución de urgencia ha sido dormir en el sofá, pero si bien es incómodo echar largas tiradas de sueño en él, no deja de tener sus esquinas (4 para más datos) con lo que vuelvo al punto de inicio de esta historia.

Creo que tendré que cortar por lo sano y deshacerme de mi cama, cambiarla por una redonda va a ser la solución. Está decidido… es el momento de renovar (por obligación) mi querida cama y más amado colchón y ya tengo cerrado el pedido al que solo le veo una pega, pero claro, necesito dormir de una vez por todas.

Espero que no venga a visitarme el miedo a ahogarme ya que el colchón de esta cama es de agua.

martes, 21 de mayo de 2013

Falsas Apariencias



Me he pasado un tiempo totalmente alejado del mundanal ruido, apartado de toda relación social en la más absoluta de las soledades. Vamos, lo que viene siendo encerrado en casa tocándome las bolas sin hacer nada, aparte de no morir de inanición y comido por la mugre y pelusas que tenían a bien visitarme a casa.

El caso es que ha sido una época de introspección y autoconocimiento. Sentía la necesidad de saber quien era yo mucho mejor que cualquier otra persona y la verdad es que ha sido una época de lo más enriquecedora y productiva. Mucho más de lo que podría llegar a imaginar.

Me he dado cuenta de que soy una persona inquieta, amante del deporte y la acción. Me encanta la naturaleza y estar al aire libre realizando las más dispares actividades lúdicas.
Mi gran sed de conocimiento hace que no pueda pasar más de una semana sin visitar un museo o darme una vuelta por la filmoteca nacional. Ver la exposición más "in" o visionar un clásico en blanco y negro es un placer para mis sentidos. Claro está, tras la película, obligatoria discusión café en ristre con un nutrido grupo de culturetas bufanda al cuello y obras completas de Faulkner bajo el brazo.

El dormir, si bien es un placer, he de admitir que a partir de las 6 am lo considero una pérdida de tiempo. Ardo en ganas, una vez los primeros rayos de sol asoman por mi ventana, de dar un salto y empezar un día apasionante lleno de actividades enriquecedoras.

Así soy… sin querer ser una persona engreída, esta es la conclusión a la que he llegado.

Pero claro, no todo va a ser tan maravilloso ni todo va a ser tan bonito. También he llegado a la conclusión de que soy una persona muy tímida… timidísima. Me importa lo que la gente piense de mi, tengo pánico a que el hecho de ser alguien tan activo, tan inquieto, tan ávido de conocimiento, despierte las envidias y críticas de todo aquel que me rodea, me conozca o no.

Es por ello que mi comportamiento real diste mucho del que detallo en este texto, mi afición a dormir, a pasar largas sesiones de sofá en posición horizontal, a que las únicas visitas a la calle sean para bajar al bar más cercano con la cerveza más fría y tapas más grasientas, no es si no consecuencia de mi gran timidez. No puedo evitarlo.

Pero no os fiéis, todo son falsas apariencias, no soy quien parezco ser por mucho que creáis.