viernes, 11 de noviembre de 2011

Autoestima

Voy buscando últimamente la manera de subir mi autoestima de la manera más eficaz posible, es decir, que me cueste nada o menos y que los resultados sean satisfactorios.

Esto durante un tiempo casaba mal con el pliego de condiciones inicial, dado que la búsqueda se estaba tornando dificultosa, lo cual añadía una carga extra de trabajo que no estoy dispuesto a asumir y lo que es peor, la falta de éxito en mi empresa ejercía el efecto contrario al deseado. Mi autoestima me está obligando a agacharme cuando quiero recogerla.

Ahora estoy probando con una nueva estrategia y creo que puede ser la definitiva.

Me estoy empezando a rodear de objetos, pero no cualquier tipo de objeto, no… todos están siendo elegidos muy concienzudamente: una lata de cerveza vacía, un reloj de cuco al que me niego a darle cuerda (y arranqué con saña el cuco), un aparato de abdominales comprado en el teletienda, el programa electoral de varios partidos, un CD de una de las muchas galas de OT, un alargador de pene y así hasta un largo etcétera.

El verme rodeado de esta serie de objetos completamente inútiles, está logrando definitivamente que yo no me sienta como tal y ver que soy capaz de algo.

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